Meiko Uehara, una estudiante universitaria, dedicó su juventud al desarrollo de un encantador juego bishoujo para enamorar a los jugadores. En 1992, comenzó a trabajar a tiempo parcial en una tienda de computadoras que en realidad era una fábrica de juegos eróticos bishoujo. A pesar de nunca haber creado ilustraciones para adultos, su talento artístico la llevó a ser contratada como diseñadora gráfica sustituta cuando el personal huyó. Ahora, con una PC de 16 bits, se embarca en su carrera como creadora, enfrentando el desafío del eroge.