Jashin recuerda con amargura el día que Yurine Hanazono la invocó sin tener mucho interés en ella, ¡y no puede devolver al infierno! Mientras Yurine siga con vida, Jashin no podrá regresar al infierno, así que la demonio medio-serpiente se prepara para lanzar una devastadora patada voladora (su supuesta especialidad) sobre la débil humana que la invocó para así librarse de ella.