En primer grado Masaya es un llorón a pesar de su gran estatura, así que no puede caminar por sí mismo en el camino de la oscuridad a la escuela. El que pone la mano es Akiyo, una pequeña pero capaz de segundo grado. Masaya quiere ser fuerte como Akiyo y la admira, pero un día, sucede algo que deja Akiyo llorando. Para levantar el ánimo de Akiyo, Masaya va caminata hacia el bosque lejano Ipponsugi encontrar las campanillas moteados que Akiyo ama.